Los bionautas son seres humanos como nosotros. Nadie sabe de dónde proceden pero su llegada desencadena la mayor catástrofe demográfica jamás ocurrida. ¿Quiénes son?¿Por qué han elegido colonizar la Tierra? Si eres uno de los supervivientes, quizás te hayas hecho estas preguntas. Si eres un bionauta, lo único que te importa es sobrevivir. En Del Naranja al Azul podrás conocer a Maya, Hugo y Elio, que se encuentran contra toda probabilidad e inician una historia repleta de aventuras, traición y terror. ¿Estás preparado/a/e para descubrir el futuro que nos espera? Recuerda que los bionautas han llegado para quedarse…
Avisos de contenido: violencia física, violencia sexual.
Él esperaba que lo abofetease, que le gritase, que le reprochase su comportamiento. Casi lo prefería así. Anticipaba una reacción violenta y contundente porque sabía que sus palabras habían supuesto un golpe bajo. Era una sensación extraña. Tenía que admitir que le entretenía atormentarla pero que, por otro lado, no podía apartar sus ojos de ella.
Maya siguió manteniendo la mirada. En un instante se amontonaron en su mente recuerdos dolorosos, imágenes del pasado y un cúmulo de sensaciones antiguas que creía suprimidas desde hacía tiempo. Consiguió volver a respirar y se tomó cierto tiempo para responder.
—No soy la misma. No es tan fácil engañarme ahora. Y tengo que pedirte que te mantengas a distancia. Soy una teniente de la Resistencia y aquí debes mostrar el debido respeto a mi cargo. No estás en los bajos fondos.
Esta novela de Cristina Jurado es fresca y profunda, como una cueva de las que merece la pena explorar. Cuando lees las primeras páginas no lo parece, a lo Starship Troopers, pero no hay que esperar demasiado para que la oscuridad asome por los mimbres de esta novela juvenil. También es una novela ligera, como un diamante que se lleva con soltura pero vale su peso en… diamantes.
Sucede con muchísimas novelas juveniles, esto, por cierto: las abres con la intención de pasar un buen rato y te llevas ese buen rato, claro que sí. Y, de regalo, la lotería de una historia bien contada, un montón de reflexiones y mucho en lo que pensar. Por eso hay que leer juvenil, amigas.
Por otra parte, no es casualidad que compare DNAZ con cuevas y piedras preciosas porque la historia que cuenta está pegada a la Tierra y a la tierra. Sus protagonistas son seres humanos aunque una parte de ellos vengan del espacio exterior. Y como humanos se aniquilan sin pretenderlo. Las ideas que vertebran la historia no podrían ser más actuales ni más radicalmente humanas también. Es imposible leer esta obra sin ver reflejada una parte de ti en ella. A esto contribuyen, entre otras cosas, los tres protagonistas, tan únicos e imprescindibles como los vértices de todo buen triángulo.
Heredera del colonialismo e hija de pandemias
En cuestión de meses casi la totalidad de la población mundial había desaparecido debido a un grupo de dolencias, conocidas popularmente como los Males a falta de un nombre más concreto. Nadie sabía con exactitud de cuántas enfermedades nuevas se trataba, por qué afectaban a algunos y perdonaban a otros, ni siquiera si había alguna nueva que aún no se había manifestado.
Cuando Colón llegó a América no desembarcó solo, sino cargado de virus que diezmaron la población local. Cuando los Bionautas aterrizaron en el planeta no tan azul, sucedió lo mismo. Esa es la premisa de la que parte Jurado para contar una historia de supervivencia salpicada de preguntas.
Lanzar DNAZ en estas fechas tiene todo el sentido precisamente por todas las preguntas que Maya, Hugo y Elio nos obligan a plantearnos.
- ¿Se desarrollaría un espíritu de colaboración en caso de pandemia?
- ¿Sobreviviría el capitalismo?
- ¿Nos reorganizaríamos en sociedades similares a la que conocemos o inventaríamos normas nuevas?
- En caso de visita extraterrestre ¿Cómo recibiríamos a los recién llegados?
- ¿Cuál es nuestra capacidad de adaptación ante catástrofes de gran calado?
Jurado contesta a todas estas preguntas como quien no quiere la cosa a través de una historia de colaboracionistas que se enfrentan al último bastión de la resistencia anti-alienígena. Una trama lo bastante interesante que incluye contrabando y secuestros pero también una historia de introspección y una subtrama amorosa atípica.
Del amor y otras enfermedades
—Creo que nunca has dejado de sentir algo hacia mí. Pienso así porque, hasta ahora, no has dejado de juzgarme duramente. Si se hubiera tratado de otro, no creo que te hubieras molestado tanto en criticarme. Eso quiere decir que no te soy indiferente.
Maya se tomó un tiempo para elaborar su respuesta.
—En el hipotético caso de que estuvieras en lo cierto, y no digo con esto que lo estés, que no me seas indiferente es distinto a que me sienta atraída por ti.
—Se me olvidaba que lo nuestro es meramente una relación laboral basada en el intercambio de talentos para, en mi caso, aumentar mis beneficios mercantiles y, en el tuyo, recabar información.
—¡Exacto!
La tensión sexual entre los dos protagonistas está presente desde las primeras páginas y tiene su peso en la trama, pero Jurado no ha dibujado una pareja adolescente, ni pos-adolescente en esta novela.
Al contrario: Maya duda, le da mil vueltas a sus sentimientos pasados, a la confusión presente. Reconoce la atracción hacia Hugo, el chulo playero típico (que no es tan típico en realidad), pero no cede a sus impulsos ni toma decisiones estúpidas como acostumbran a hacer en la ficción los personajes involucrados en relaciones sentimentales.
Como lectora, reconozco que esperaba que los acontecimientos se desarrollasen de cierto modo. Como lectora, agradezco el planteamiento de la autora, sin duda mucho mejor que el mío.
Muchos viajes para muchos héroes
DNAZ presenta muchos viajes: el de Maya, tan pérdida en el centro del desastre que no sabe si piensa y decide o solo se deja arrastrar. El de Hugo, seguro de sí mismo hasta la chulería pero también consciente de sus defectos. Y el viaje de Elio, que va del naranja al azul y es el que abre la puerta a Bionautas, de la que DNAZ es precuela.
Arropados por personajes secundarios icónicos y por escenarios aterradores por lo plausibles, los tres protagonistas deberán deshacer la madeja de sus prejuicios. Y esa es la historia más interesante de todas las que contiene esta novela juvenil fresca y profunda. Ya sabes: cómo esas cuevas que merece la pena visitar.
Experiencia lectora
Hugo: ¿Estáis ahí?
Elio: Te escuchamos, Hugo. Pero no tienes que conectarte. Puedes comunicarte verbalmente con nosotros.
Hugo: Prefiero que Maya no nos escuche. No hacemos más que discutir todo el tiempo. Por cierto, ¿cómo está?
Siry: Sus constantes vitales se están normalizando.
Elio: Creo que ha entrado en estado de shock. Es ilógico que se muestre hostil ante nuestro protocolo de socorro.
Hugo: ¡Vosotros también estaríais aturdidos si hubierais sufrido una sobrecarga nerviosa sin saber el motivo! Y con el ataque en el exterior…
Siry: Es preferible que nos desconectemos. Está muy agitada.
Disfruto mucho de los libros densos y difíciles, pero también de obras más fáciles de leer. Este es el caso de DNAZ. Contada con un lenguaje sencillo y un ritmo vivo, la lectura es rápida y muy amena. Perfecta para leer en verano y procesar en otoño.
Algunos fragmentos de diálogo interno de Maya se hacen un poco largos, pero enseguida los reemplaza una escena de acción o esa comunicación en el neurotema que hace avanzar la historia a un ritmo mucho más rápido y que traslada a la lectora de escena en escena sin que se dé cuenta.
Mención especial a la ausencia de infodump, tan fácil de introducir en historias de este tipo.
Conclusión
Del naranja al Azul es una buena novela: fresca y nutritiva como un zumo de fresas con naranja al que no se le haya privado de su rica pulpa. La disfrutarás si te gustan las aventuras y disfrutas de la ciencia ficción peligrosa.
·Lanzamiento: junio de 2020
·Autopublicada
·Páginas: 467
·Valoración: Capuchino
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