El Golem que nos acecha

Sinopsis

La alucinatoria vida de Athanasius Pernath transcurre en el gueto judío de Praga durante la dominación del Imperio austrohúngaro. Tras sucumbir al extraño influjo de un sombrero encontrado en una catedral, el protagonista intenta abrirse paso entre sórdidos crímenes y arcanas apariciones, al tiempo que comienza a entrever el carácter místico de la realidad y de su propio destino. Personajes misteriosos y antiguas leyendas medievales se entretejen en un trasfondo onírico y perturbador.

El Gólem es una de las novelas capitales de la literatura fantástica del siglo XX. Con ella, Gustav Meyrink llevó hasta sus más altas posibilidades narrativas el mito hebreo del coloso de barro que sólo pueden animar quienes han descifrado el nombre secreto de la divinidad.

Las soberbias imágenes ofrecidas por Alejandra Acosta alumbran los terrores de esta antigua pesadilla en la edición del texto de Libros del Zorro Rojo, que cuenta con la traducción de Alfonso Ungría.

Confesión

Empiezo esta reseña sin haber acabado el libro, porque necesito hablar de ello igual que balbuceo sinsentidos cuando despierto entre sábanas hechas un nudo y con algún brazo que no me pertenece. No me hagas mucho caso, solo sígueme hasta que pueda volver a cerrar los ojos.


«De una boca invisible fluían palabras, adquirían vida y venían hacia mí. Se volvían y cambiaban ante mí, como esclavas vestidas de colores, después caían al suelo o desaparecían como el vapor irisado en el aire y hacían sitio a la siguiente.»

Delirios

Este libro es un laberinto muy oscuro y antiguo, lleno de puertas que gruñen a mi paso. Quiero pasarlas deprisa, quiero llegar al final, pero a su vez palabras como gueto, pobreza y antisemita me piden que pare, que piense, que intente dibujar bien el mapa. No pierdas detalle, no te pierdas, llévatelo todo contigo.

Avanzo, pues, con arpones que me enredan en la telaraña y empiezo a sentirme como el maestro Pernath, incapaz de saber si estoy despierta.


¿Acaso había soñado? ¿Podía yo, un hombre al que le había sucedido el inaudito hecho de olvidar su pasado, aceptar ni por un segundo como seguro algo cuyo único testigo para confirmarlo definitivamente era mi memoria?

Coágulos

Leer un texto de 1915 es algo apasionante que pocas veces nos permitimos. Cualquier producto de inicios del siglo XX que nos llega sin adulterar nos despierta (al menos a mí) ese silencio expectante por entender el preludio del horror. La historia reciente contada por voces que aún no saben su futuro. Yo no puedo evitar emplazar cada libro, cada película, música o foto con fecha en un hilo cronológico lleno de bocas como cuevas, devoradoras de humanidad.

En la traducción de Alfonso Ungría de El Golem me siento muy cerca de la novela original, el lenguaje y el ritmo me mantienen bien anclada en este viaje por las callejuelas sucias y abarrotadas de Praga. La atmósfera se derrama por cada página en la edición tan cuidada. Y me tendréis que disculpar el exceso de metáforas e imágenes, pero este texto es líquido y a la vez pesado, como meterse en un lago con el abrigo puesto. Las ilustraciones de Alejandra Acosta son perfectas para darle una nueva dimensión a la lectura. Cada imagen es un coágulo que se encalla y te pide que lo mires y te pierdas en sus sombras.

Ya acabo

La historia avanza con una narrativa directa que presume de no importarle mi bienestar como lectora. Athanasius Pernath habla para sí mismo desde la niebla de la amnesia. Sin origen ni recuerdos, todo es vivido desde la desconfianza y la oscuridad. Como si leyera en braille, el artesano repasa una y otra vez cada sueño y cada despertar en busca de pistas que le digan quién es y por qué la gente le habla. Dudando entre si aceptar el vacío de la soledad o la ansiedad de la misantropía, Pernath se dirige, desde hace más de cien años, a una generación que empieza a sentirse dentro de la boca del lobo.

Este es un libro que apetece tener cerca, para ir releyendo, como el protagonista, páginas al azar para poder comprender mejor qué se esconde detrás de cada ventana.

  • Lanzamiento: 2020
  • Editorial: Libros del Zorro Rojo
  • Páginas: 234
  • Valoración: Café con chorrito de absenta
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