Los escarabajos vuelan al atardecer, de María Gripe


“No hay que limitarse a dar; también es preciso exigir y aprender a hacerlo. Quiero decir que cuando el uno permite al otro satisfacer determinadas exigencias, se ennoblecen los dos. De lo contrario, solo se consigue mantener tiranos y mártires.”

María Gripe, Los escarabajos vuelan al atardecer

Sinopsis de Goodreads

Tres muchachos aceptan el encargo de cuidar, durante el verano, las flores de una casa deshabitada. Fascinados por el misterio de esta, la exploran. En el desván encuentran un paquete de cartas. Fueron escritas por Andreas y su hermana Magdalena en el siglo XVIII, e iban dirigidas a Emilie. Hablan de las ideas de Andreas, de sus relaciones amorosas con Emilie y del trágico fin de los dos, debido al maleficio de una estatua funeraria que Andreas había traído de Egipto y sobre la que pesaba una maldición. Los jóvenes inician juntos una búsqueda en la que recibirán pistas de origen misterioso, se verán envueltos en aventuras insólitas y harán descubrimientos desconcertantes.

Reseña de la sinopsis

No diré que lo que está escrito en esas pocas líneas es falso, porque no lo es. Ahora, tampoco responde al contenido del libro. Yo entiendo que las sinopsis y los paratextos deben cumplir un objetivo, que es la venta de más ejemplares, pero tomar el pelo a las lectoras no me parece de recibo.

El libro habla de la casa deshabitada, una pensión que acaba de cerrar y cuyas plantas deben cuidar por encargo de la última inquilina. También aparecen unas cartas que hablan de la relación entre quienes las escriben y, por supuesto, hay una estatua egipcia.

Ahora, aventuras insólitas, lo que viene a ser aventuras insólitas, no vas a encontrar muchas. Conatos de aventuras, sí. Hasta ahí concedo.

Sinopsis de la contraportada (mucho mejor)

Una casa deshabitada. Tres amigos con todo el verano por delante. Unas cartas antiguas que hablan de un misterio y de un terrible maleficio. Una partida de ajedrez en la que hay mucho en juego. Y los escarabajos, que aparecen en los lugares más insospechados.

Quizá, después de tanto tiempo, ha llegado el momento de resolver el enigma que esconde la quinta Selander.

Esta sinopsis es mucho más honesta y despierta tanto o más interés que la anterior.

¿Por qué leer Los escarabajos vuelan al atardecer en 2021?

Todo le iba mal cuando no se paraba a pensar en algún momento. No sobre algo concreto, sino para poner un poco de orden en su cabeza. No podía entender cómo había personas que se arreglaran de otra manera.

María Gripe, Los escarabajos vuelan al atardecer

No solo de novedades editoriales vive la mujer. Este año he leído un buen puñado de libros de fantasía juvenil y, posiblemente a consecuencia de ello, he sentido curiosidad por aquellos que leí cuando mi edad correspondía con la de su público objetivo. Los escarabajos vuelan al atardecer, La historia Interminable, La forja de un mago o La trilogía de los trípodes, son algunos de esos títulos. Recuerdo todos ellos con cariño por diferentes motivos.

En el caso de Los Escarabajos vuelan al atardecer, mi recuerdo de la lectura estaba muy asociado a la historia de amor entre Annika y David, que la obra solo insinúa, pero que mi memoria podía reproducir casi como una fotografía. Mi infancia y mi adolescencia no fueron muy felices y sospecho que me aferraba a cualquier tipo de emoción ajena para identificarme con ella. De hecho, toda la trama de misterio, la que tiene que ver con la talla egipcia, ha sido un descubrimiento para mí.

Antes de seguir con la reseña, debo decir que la lectura me ha decepcionado en algunos aspectos y me ha sorprendido mucho y para bien en otros. Vamos, que la Alicia de casi 50 no se parece mucho a la de 14, de lo cual voy a decidir alegrarme. Algo hemos aprendido por el camino.

Reseña de Los escarabajos vuelan al atardecer

LA VIDA SE COMPONE

DE UNA SERIE DE HECHOS

Algunos son más notables que otros y se llaman acontecimientos.

Algunos están planeados cuidadosamente por nosotros mismos o por otro, se rigen por una voluntad y se llaman acciones o proyectos.

Pero algunos hechos no parecen regirse ni por la voluntad ni por la razón, ocurren de manera totalmente inesperada, sorprendente, imprevisible. Los llamamos casualidades o azar, pero no sabemos nada de ellos. No sabemos si acaso pudieran ser, en cambio, fragmentos de un destino ineludible, si vienen dictados por una divina providencia que nadie conoce.

No sabemos nada de ellos.

Pero aun así, muchos de nosotros hemos sido testigos de que algunos hechos insignificantes, y en apariencia totalmente aleatorios, conllevan importantes consecuencias.

María Gripe, Los escarabajos vuelan al atardecer

Lo mejor del libro

Así empieza un libro que trata principalmente sobre la resolución de un misterio, pero también sobre las relaciones asimétricas entre personas. En cuanto a temática y profundidad, no tengo ni una sola objeción. La novela habla de:

  • Relaciones asimétricas
  • La posición de la mujer en siglos pasados
  • Los juicios emitidos sobre el pasado a partir de posiciones presentes (presentismo)
  • El lado más oscuro del periodismo

No está mal para una novelita de misterio, ¿no? Lo mejor, además, es que lo hace sin sermonear y, para conseguirlo, utiliza los puntos de vista y el discurso interno de los diferentes protagonistas. Para mi gusto, el salto de uno a otro es demasiado brusco en la mayoría de las ocasiones, pero lo cierto es que el hilo no se pierde en ningún caso. Hay que asumir que la narración está bien llevada (aunque no me guste y me parezca un poco descuidad en este punto).

La buena elección del elenco protagonista hace que los derroteros de Los escarabajos vuelan al atardecer resulten verosímiles. Los tres amigos, de diferentes edades, se ven envueltos en el misterio a partir de una casualidad y un sueño. En el momento en que descubren el fajo de cartas alrededor del que surge el misterio, cada uno de ellos presta atención a diferentes detalles.

El chico más pequeño está loco por encontrar la estatua; ansioso por correr aventuras, lo demás le da igual. De hecho, es la actitud de este personaje, Jonas, la que consigue imprimir un poco de tensión a la trama de misterio, por lo demás bastante floja.

Los dos amigos más mayores toman los papeles de Emilie y Andreas y defienden o analizan las posiciones de esas dos personas muertas hace tanto tiempo.

Cada uno de estos personajes piensa y actúa según sus propios sesgos, lo que permite que sus deducciones erróneas sean lógicas. No son más listos de lo que deberían, ni más tontos, ni especialmente perspicaces. Entre los tres se complementan y aciertan o se equivocan con total normalidad.

Punto extra al papel de los adultos en esta novela. La primera edición es de 1983, esa época en la que todos los niños del mundo, al menos según el cine, iban en pandilla por la vida, en bicicleta, sin que a los adultos les importase. Excepto si esos adultos eran villanos que debían matarlos. María Gripe, quizá porque es sueca y no estadounidense, pinta un casting de padres, vecinos y autoridades mucho más realista. Los padres están presentes y los demás adultos no son abiertamente hostiles ni ignoran a los chavales. La interacción entre unos y otros parece bastante orgánica (aunque quizá un poco naif).

Lo peor de Los escarabajos vuelan al atardecer

Los diálogos son el espanto, el auténtico espanto, el mal.

-Por la noticia, parece como si todos los pueblos de Smaland estuvieran llenos de estatuas-dijo Annika indignada-. Y eso no puede ser.

-Pásame un momento ese periodicucho -dijo Jonas. Lo agarró y comenzó a leer.

María Gripe, Los escarabajos vuelan al atardecer

Annika tiene 15 años, Jonas 12. Durante toda la novela hablan como… Como señores mayores tratando de rebajar el discurso para parecerse a adolescentes, diría. Es un dolor, porque la mayoría del libro avanza gracias a los diálogos y son tan torpes que te sacan constantemente de la lectura.

Los personajes están muy bien escogidos, pero son planísimos. Al final del libro no sabemos nada de ellos. Excepto por aquello en lo que se centran mientras avanza la investigación, no tenemos ni idea de qué les preocupa o qué les interesa. Ni siquiera se nos dan unas pinceladas acerca de su aspecto físico para hacernos una idea de cómo son.

El misterio no tiene interés ni la novela maneja bien la tensión. De hecho, aunque el libro contiene un montón de detalles interesantes y el ritmo es bueno, la lectura se me ha hecho bola y me ha costado terminarlo. No hay sensación de urgencia, de importancia ni de peligro.

El elemento supernatural se queda en anécdota. No sabía si colocar la presencia de un elemento fantástico en lo mejor o en lo peor. Me decido a añadirlo a la columna del debe porque lo cierto es que se trata de manera muy utilitarista. Me gusta que esté, pero no me gusta cómo está.

Conclusión

Se supone que la colección Gran Angular se dirige a jóvenes entre 14 y 18 años. Los escarabajos vuelan al atardecer puede ser adecuada para 14 y 15 años. A partir de ahí, quizá su lectura se haga un poco escasa; sobre todo para lectoras exigentes.

No obstante, te la recomiendo si eres adulta y te gusta escribir misterio. Los elementos de este tipo de novela se identifican muy bien y puede ayudarte con la estructura de tus trabajos.

También la recomiendo para iniciar debates y conversaciones sobre los temas de fondo que trata. Y como primer acercamiento a los misterios del Antiguo Egipcio (siempre que no te moleste la superstición gratuita, claro).

Y, si no quieres escribir sinopsis espantosas, echa un ojo al enlace.

Lanzamiento: abril de 1983
Editorial: Ediciones SM, colección Gran Angular
Traducción: Marta Ruiz Corbella, revisada por Jesús Larriba
Páginas: 231
Valoración: Café con leche
Cómprala aquí

Deja un comentario